1. Inmersión en otro idioma.
Cuando estudias en una lengua diferente a la tuya en el extranjero, tienes la oportunidad de tener una exposición total a este idioma. Esto es, que escucharás, hablarás y leerás todo el tiempo en esta segunda lengua y además tendrás contacto permanente con hablantes nativos, lo que te permitirá adquirir una mayor fluidez en un menor tiempo.